¿De qué va? Un grupo de ex empleadas de un club de striptease lideradas por una stripper veterana (Jennifer López) y su nueva confidente (Constance Wu) usan todas sus artimañas para seducir y estafar a un selecto grupo de clientes de Wall Street. Basada en hechos reales.
¿Y qué tal? La nueva película de Lorene Scarafia (la responsable de lanzar la carrera de Carey Mulligan con ‘An Education’, nominada al Oscar a la mejor película en 2009) sigue una de las tendencias marcadas por la 44ª edición del Festival de Toronto. Si ‘A Beautiful Day in the Neighborhood’ y ‘The Friend’ estaban inspiradas en dos aclamados artículos de la revista Esquire, ‘Estafadoras de Wall Street’ es la adaptación cinematográfica de un fascinante reportaje de Jessica Pressler para New York Magazine en 2015. ‘Estafadoras de Wall Street’ presenta un relato vorazmente capitalista protagonizado por un grupo de mujeres que se empoderan (¡y de qué manera!) dejándose contaminar por el propio sistema del que son víctimas.
Que se preparen los ‘yuppies’ que Oliver Stone y Martin Scorsese inmortalizaron a través de personajes tan icónicos como Gordon Gekko y Jordan Belfort: hay un nuevo zorro en el gallinero y su nombre es Jennifer López. Recién pasada la barrera de los 50 años, la artista latina es la madre en la sombra (está acreditada como una de las productoras principales) de un proyecto que ha supervisado desde la adquisición de los derechos del artículo de Pressler hasta su triunfal premiere en la cita canadiense, donde ha dejado una sensación común en todos aquellos que han visto ya la película: estamos ante la interpretación más impactante y compleja en la carrera de la cantante y actriz del Bronx. Denominado por algunos críticos como el ‘Erin Brockovich’ de J. Lo, su interpretación como Ramona – la jefa de la banda de estafadoras – tiene tratamiento de superestrella desde su primera aparición en escena con un espectacular número de strip-tease que recuerda al icónico baile de Channing Tatum en ‘Magic Mike’. Su presentación en la película es (casi) tan espectacular como la icónica introducción del personaje que Meryl Streep interpretaba en ‘El diablo viste de Prada’, otro infravalorado producto de Hollywood que hablaba de la relación entre la sororidad, el capitalismo y el feminismo de manera mucho más que inspirada que películas de mayor prestigio.
Si ‘Estafadoras de Wall Street’ se ha convertido en una de las sensaciones del festival es también por su brillante dibujo de la economía y la sociedad norteamericanas en el siglo XXI: la crisis mundial de 2008 es el punto de inflexión y el principio del fin para este grupo de strippers que acaban siendo devoradas, ellas también, por su propia ambición. Pero la película va más allá: la cinta de Scarafina es un espectáculo de primer orden que funciona a diferentes niveles: es una comedia de chicas, pero también un thriller criminal, una historia de ascenso y caída y un cuento con moraleja sobre los peligros de capitalista. Elige tu propia aventura (y su consiguiente descenso a los infiernos).
Narrativamente ambiciosa, la película nunca se olvida su condición de producto – ironías de la vida – que debe llevar a los espectadores a las salas. La puesta en escena, eléctrica y colorida, lo tiene claro. También su montaje, que recuerda inevitablemente al cine de Scorsese. La película es una hija bastarda de todos los referentes que llegaron antes que ella pero su perspectiva feminista aporta al relato una humanidad incontestable gracias, sobre todo, a la relación materno – filial que surge entre los personajes que interpretan Jennifer López y Constance Wu, estupenda también en su primer gran papel dramático después de dar el salto al mainstream con la aún inédita en España (y muy taquillera en Estados Unidos) ‘Crazy Rich Asians’.
‘Estafadoras de Wall Street’ quiere molar a toda costa y lo consigue: si el precio a pagar es contar en tu reparto con estrellas de la música como Cardi B y Lizzo, un cameo de Usher y una aparición (únicamente musical) de Britney Spears, que así sea. Que no nos engañen las apariencias: estamos ante uno de los títulos con más chicha del inminente otoño cinematográfico.
Fuente: Hipertextual.com
