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E-commerce, omnicanalidad, facturación electrónica y bots: el nuevo mundo para el comercio

Sin papel, sin necesidad de espacio físico para almacenar, sin costo de envío, con más transparencia y seguridad. Instantánea, en tiempo real, escalable, vehículo de más ventas y generadora de información valiosa para la gestión del comercio. Eso es la factura electrónica, es decir la que se expide y recibe en formato digital.

Tarde o temprano, la factura electrónica se ubicará en el centro de la revolución de los sistemas de pago en nuestro país, entre otras cosas por la necesidad de agilizar los tiempos de entrega de los productos y así mejorar la experiencia de compra de los clientes.

El 2021 será un año bisagra para el ecosistema de pagos argentino. Una disposición de AFIP, que obliga a partir del 1 de abril a los comercios de todo tipo y tamaño a reemplazar sus controladores fiscales de primera generación, en principio por los de segunda, será la oportunidad también para que los sellers del canal físico incorporen la opción de la factura electrónica, por ahora dominante en el canal online, pero de utilización incipiente en las ventas presenciales.

Mientras que el e-commerce recurre en un 90% a la facturación electrónica, en los comercios físicos se usa en apenas el 10% de las operaciones, una demora en la despapelización relacionada con postergaciones en su implementación por parte de AFIP, pese a que el sistema está formalmente habilitado desde 2018.

Esto generó una larga transición en la que, hoy por hoy, conviven distintos métodos de facturación en simultáneo, donde una parte considerable de los negocios presenciales aún utiliza controladores fiscales de vieja generación o ticketeras.

Sin embargo, por una disposición de AFIP, a partir del 1° de abril de 2021 gran parte de ellos tendrá que optar por adquirir los controladores fiscales de nueva tecnología o adoptar la factura electrónica. Esta innovación tecnológica abre una enorme oportunidad para la facturación electrónica porque presentará a los comercios una alternativa que -entre otras ventajas- es mucho más ágil, sencilla y económica (los nuevos controladores fiscales exigen, como mínimo, una inversión de u$s 800 por equipo).

Dentro de los desafíos que se presentan en este nuevo escenario, se encuentra la necesidad de tener una conectividad robusta en todos los puntos del país. Este desafío trasciende la facturación electrónica ya que es compartido y estratégico para la senda de innovaciones que tiene por delante toda industria ligada, en distintas formas, a las nuevas tecnologías de la información y comunicación.

La omnicanalidad es otra de las tendencias y desafíos ante un usuario que usa más de un canal para comunicarse, comprar y vender, informarse, etc y esto implica brindar una experiencia positiva en todos esos canales y en todas las interacciones. La factura electrónica es una pieza apta para transitar en los distintos canales durante todo el customer journey y es necesario brindar un servicio consistente y sin errores.

Otro campo que impulsa la facturación electrónica es la sustentabilidad. Implementarla implica no usar papel, ahorrar costos y agilizar los tiempos de cobro.

La digitalización de la facturación abre un nuevo mundo para el comercio en todas sus formas. Estudios recientes indican que la tasa de apertura de los correos donde viaja la factura es 6 veces superior al de un envío promocional, lo cual despliega otra oportunidad a desarrollar que la inteligencia comercial.

Por último, el uso de bots se ha extendido. Se pueden usar no solo para brindar atención al cliente, sino también para vender. Su evolución es que tengan la habilidad de gestionar una venta de principio a fin, brindando asesoramiento, gestionando el cobro y enviando también la factura.

La visión de Facturante es ir más allá de simplificar y automatizar al máximo las operaciones de los negocios. Se trata, incluso, no solo de ahorrarles dinero sino también de contribuir a que lo puedan generar mediante la aplicación de la Inteligencia Artificial y el uso de datos.

Fuente: El Cronista.com

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