¡El amor (y el dióxido de carbono) está en el aire y no podemos escapar! Flores, regalos, globos, tarjetas y la expectativa de una velada romántica esperan a las parejas felices – y las no tanto – en San Valentín. ¿Sabías que hay formas de celebrar el Día del Amor sin tanto cachivache y respetando a nuestro querido planeta?
Los regalos
Junto con la Navidad, San Valentín se ha convertido en una de las fechas más pesadas para la Tierra por la cantidad de desperdicios que se generan. Regalar algo hecho a mano, con materiales reciclados o una buena experiencia (un concierto, por ejemplo) puede ser más significativo que un enorme collar o un globo que terminará, en el mejor de los casos, en un relleno sanitario. Y si, definitivamente, no quieres llegar con las manos vacías este día especial, busca opciones sustentables para reducir tu impacto ambiental.
La cita
Salir en bicicleta, hacer un picnic en uno de los hermosos parques de la ciudad, visitar la playa o recorrer un bosque…todo vale en este día siempre y cuando mantengan los espacios limpios y eviten usar el automóvil.
También pueden salir a compartir una deliciosa e íntima cena de San Valentín. ¿Qué tal si visitan un restaurante que sirva comida orgánica? Estarían apoyando el desarrollo de un negocio local y haciéndole un bien a su salud, y no hay mejor muestra de amor que cuidar el uno del otro. También la Tierra te agradecerá que apoyes la agricultura sustentable.
Una noche “ecorótica”
Ya están listos para “entrar en acción” y es momento de juguetear un rato. Los frutos rojos, la miel, las bananas y el chocolate (preferiblemente vegano) los pondrán a punto de caramelo sin necesidad de dañar el ecosistema marino en busca de mariscos. También pueden usar aceites y jabones biodegradables con aromas que encenderán la pasión, en lugar de consumir productos a base de petróleo.
Si ambientas el espacio con velas de parafina o de cera de abeja y decides mantener las luces apagadas, también estarás contribuyendo al ahorro de energía y disminuyendo tu huella de carbono.
Si lo suyo es la lencería, lo mejor para su piel y para el planeta es utilizar fibras orgánicas como el algodón, el lino o la seda. Y lo más interesante es que durará mucho más que una pieza sintética, así que podrán repetir el modelito cada vez que deseen.
El mejor lubricante es la saliva, pero, si necesitan algo extra, pueden usar los que son a base de agua, asegurándose de que no tengan químicos dañinos que puedan terminar en las aguas residuales. También el aceite de oliva es una excelente opción y las manchas en las sábanas se pueden sacar con facilidad.
Y en cuanto a los juguetes, atrás quedaron los productos a base del dañino PVC y hoy puedes encontrarlos de materiales reciclados, de vidrio, madera y, en el caso de los eléctricos, con baterías recargables o solares. ¡La sustentabilidad ya llegó hasta debajo de las sábanas!
Hablando de sábanas, en San Valentín siempre es buena idea tener una cama de madera certificada o de algún otro material de alta durabilidad, ya que así evitas la recompra (y, además, romper el lecho con tanta acción).
El lado salvaje
Hay parejas que disfrutan tanto el contacto con la Naturaleza que deciden vivir experiencias sexysen exteriores y dejar fluir los cuatro elementos en sus cuerpos. Si tú y tu pareja deciden hacerle el amor a la Tierra, solo recuerden que deben dejar todo exactamente como lo encontraron.
Y esos fueron algunos tips para tener un San Valentín no solo con tu pareja, sino con nuestro planeta que tanto necesita amor. Si te gustó este tema, recuerda que nos encanta hablar de ecología, salud, sustentabilidad y bienestar. Síguenos por @ecosvoces en Twitter e Instagram, Ecos: voces que inspiran en Facebook y escúchanos todos los miércoles a las 15 horas por Radio Capital… ¡te va a gustar!