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Días desechables…

¿Quién no ha escuchado las frases: “estoy en mis días” o “me siento más mujer” a lo largo de su vida para referirse a un proceso tan natural como la menstruación? Incluso, a veces, se utiliza como un arma en contra cuando nuestro comportamiento es más agresivo que de costumbre; el despectivo: “¿estás en tus días?”. Siempre aludiendo a una disrupción de la normalidad, a algo indeseable. A un – como yo misma solía llamarlo – “defecto de fábrica”.

Si analizamos los mensajes que han sido asociados a los productos de higiene femenina en las últimas décadas, se ha buscado un aparente empoderamiento con la idea de que podemos hacer todo lo que nos propongamos, a pesar de estar en esa etapa de un ciclo que nos va a acompañar durante toda nuestra vida fértil. Una vez al mes llega la tortura, el malestar y el tener que seguir funcionando, a pesar de que nuestro cuerpo nos exija algo diferente. Y así ha sido por décadas.

https://thoughtcatalog.com/jessica-blankenship/2014/01/13-vintage-tampon-ads-that-are-perfectly-insane/

¿Porque a quién no se le antojaría arponear criaturas marinas en esos días del mes? #Not

No es coincidencia que la inserción laboral de la mujer haya venido acompañada de estos productos desechables que permiten llevar el proceso de la forma más discreta posible. Nadie – ni aún hoy en día – es capaz de aceptar la realidad de que las mujeres pasamos todos los meses por esto sin sentir repulsión, lo cual ha traído también muchísima ignorancia al respecto. Escuché, por ejemplo, un caso de un chico que creía que el flujo se podía controlar a voluntad y que las toallas se usaban porque nos daba fiaca ir al baño. Y, como ese, habrá miles y hasta peores. 

¿Adónde voy con esto? Tenemos que comenzar a tener una mejor relación con nuestro cuerpo menstruante para evolucionar como mujeres y como sociedad. Uno de los paradigmas a cambiar, en todos los ámbitos, es el de “lo desechable”. Los productos tradicionales de higiene femenina no solo son costosos, sino que solo pueden utilizarse una vez y, luego, a la basura. Eso que vino de mi cuerpo, que estaba preparándose para albergar vida, se tira al tacho porque “es asqueroso”.

Esa toallita o ese tampón fueron producidos con infinidad de plásticos y químicos que hemos estado exponiendo a nuestra área más sensible permanentemente. Una vez en la basura (si no hemos cometido la inconsciencia de lanzarlo al inodoro) llegará, en el mejor de los casos, a un relleno sanitario. En el peor, directamente a la Naturaleza, donde podrá pasar cientos de años intacto o ser comido por algún animal desprevenido y causarle la muerte.  

Tampones y toallas sanitarias

Una mujer promedio utiliza cuatro toallas al día, en un período aproximado de cinco días, unas trece veces al año. ¡Son casi 300 toallas sanitarias en un solo año por mujer en el mundo, y somos unos 370 MILLONES! Y es imposible reciclar este material, ya que se entrelaza lo orgánico con el plástico y el algodón de una forma imposible de separar.

Mujer elige toallas sanitarias en el mercado

Afortunadamente, muchas ya están corriendo las cortinas sobre este tema tan polémico, hablando del poder que nos da nuestra naturaleza cíclica y de las alternativas que tenemos para cuidar nuestro cuerpo y al planeta. ¡Hasta en esto tan íntimo debemos pensar de manera sustentable!

Copa menstrual entre dos manos

Las toallas reutilizables y la copa menstrual son excelentes opciones que no dejarán desechos en la Tierra y te permitirán crear una relación más saludable con tu ciclo menstrual; algo que, definitivamente, abrirá una puerta mucho más grande para el empoderamiento femenino.

Toallas reutilizabas

Aún queda mucha tela que cortar sobre este tema, así que no te puedes perder nuestro programa especial este miércoles a las 15, donde hablaremos sobre la magia que contiene el cuerpo femenino, la copa menstrual, sustentabilidad y ecología. ¡Nos vemos y escuchamos por Radio Capital…te va a gustar!

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