El pequeño Dewey no está muerto ni ha sido detenido pero, probablemente harto de todos los falsos rumores vertidos sobre él, lleva años alejado de los focos.
¿Puede uno borrar completamente su rastro, desaparecer como si se le hubiese tragado la Tierra, tras haber protagonizado, siendo un niño, una de las series juveniles de mayor éxito de principios de siglo? Puede. El actor Erik Per Sullivan, al que todos recordaréis por sus prominentes orejas interpretando a Dewey, el hijo pequeño de Bryan Cranston, en ‘Malcolm’, ha sido capaz de escapar del radar de Hollywood, hasta convertirse casi en una leyenda de las redes sociales. Si googleáis su nombre, lo primero que aparecerá junto a él será la palabra “muerto”. Lo segundo, “gay”. Cuando no se tiene información, se inventa. Pero vayamos por partes.
Erik Per Sullivan nació hace 23 años en el estado de Massachusetts (ese estado que es imposible escribir a la primera sin faltas). Según su ficha en IMDB, debutó como actor con un papel sin acreditar en ‘Armageddon’ (Michael Bay, 1998) y participó en ‘Las normas de la casa la sidra’ (Lasse Hallstrom, 1999) antes de ser fichado Linwood Boomer para ser el hermano pequeño de Malcolm (Frankie Muniz, próximamente en ‘Sharknado 3: Oh Hell No!’) en la célebre serie de la Fox. Erik apareció en todos y cada uno de los 151 episodios que integraron las siete temporadas de ‘Malcolm in the middle’ (título original del programa), desde 2000 hasta 2006. Durante aquellos años se dejó ver en alguna serie y película, y prestó su voz al caballito de mar Sheldon en la versión original de ‘Buscando a Nemo’, y a sendos personajes en ‘Arthur y los Minimoys’. En 2010, se le vio por última vez en la gran pantalla en ‘Twelve’, de Joel Schumacher. A partir de ahí, su vida es un misterio.
Los rumores sobre su auténtico paradero empezaron a cobrar forma cuando en 2012, durante una reunión del reparto de ‘Malcolm’, Erik fue el único actor que no asistió al evento. Justin Berfield (su hermano Reese en la ficción) quiso recordarle sosteniendo una imagen impresa suya durante las fotos de rigor. De nada sirvió que la versión oficial rezase que Erik no había podido acudir al acto por “motivos laborales”. La maquinaria de las leyendas urbanas empezó a carburar.
Se afirmó que el actor había muerto. El hecho de que su cuenta en Twitter estuviese inactiva desde 2011 alimentó el rumor, que fue perdiendo fuerza a medida que pasaban los días y ningún medio de comunicación se hacía eco de la noticia. Así que la segunda invención fue afirmar que no había acudido a la reunión de ‘Malcolm’ porque estaba loca y secretamente enamorado de su compañero (y hermano en la serie) Frankie Muniz. Para ello, los amigos de la invención utilizaron una grabación casera en la que Erik, decían, confirmaba su homosexualidad.
[embedyt] https://www.youtube.com/watch?v=ot3UzBeRvyE[/embedyt]En realidad, a Erik le preguntan si Frankie Muniz era un buen tipo (“Is he a good guy?”) y él responde que sí. Pero la existencia de este vídeo sirvió para que la bola de nieve se hiciese grande. A día de hoy no es difícil encontrar páginas en Internet que aseguran que Erik Per Sullivan salió del armario en una entrevista televisiva que vieron millones y millones de estadounidenses, reconociendo que estaba enamorado de su hermano mayor (en la ficción) y que le gustaba irse a la cama con hombres mayores de 60 años.
El actor ganó en 2007 el prestigioso premio académico James Joyce de la University College Dublin, que comparte con celebridades de la talla de Noam Chomsky, Salman Rushdie o J.K. Rowling. Pero ese es un dato que no le interesó a nadie. Sullivan podría haber salido al paso de tantas tonterías y desmentir su muerte y su supuesta gerontofilia. Pero ha optado por lo más sensato: pasar olímpicamente del tema. En realidad a nadie debería importarle si es gay o no es gay. El simple hecho de que hayan querido sacarle del armario por los pelos es motivo suficiente para que los talibanes de Internet no obtengan su preciada respuesta, y sigan hablando. Y Erik, que debe un tipo listo, lo ha entendido a la perfección.
Fuente: Fotogramas.es